Lilly Ledbetter volvió a su casa la semana pasada con un regalo que pocas personas tendrán la oportunidad de tener; un lápiz que fue utilizado por Barack Obama. Fue una jornada emotiva para ella, que no sólo incluyó recibir el obsequio directamente de su presidente, sino que presenciar la firma de una ley que, a modo de homenaje, lleva su nombre.
Retirada desde 1998 de su trabajo como supervisora de neumáticos en Good Year, la Sra. Ledbetter ganó notoriedad al perder un juicio ante la Corte Suprema de Justicia en el que reclamaba por la discriminación laboral. Poco tiempo antes de pensionarse, se había enterado que, por años, su sueldo fue inferior hasta en un 40% al que se pagaba a los hombres que desempeñaban el mismo cargo. En un fallo dividido, la corte revirtió una sentencia inicial, favorable para ella, alegando que la mujer debía haber presentado la demanda en un plazo de 180 días desde la primera evidencia de discriminación, es decir, desde la primera remuneración.
Durante la campaña presidencial, su derrota cobró gran importancia y generó un movimiento que pedía un cambio legal, lo que ocasionó gran polémica en el ámbito de los recursos humanos en Estados Unidos, ya que según sus detractores podría generar un aumento en los costos laborales.
La moción legislativa finalmente fue aprobada por una mayoría conformada tanto por demócratas como por republicanos. Sin embargo su proceso de aprobación fue laborioso, siendo necesario que la Senadora Clinton volviera a presentarla en Enero, en lo que fue uno de sus últimos actos como legisladora antes de ser aprobada como Secretaria de Estado.
La Lilly Ledbetter Pay Equity Bill, firmada el 29 de Enero, complementa la legislación de defensa de los derechos civiles en Estados Unidos, facilitando el proceso para reconocer y denunciar actos de discriminación salarial. De esta forma, se transformó en la primera ley firmada por el presidente Barack Obama y en un paso fundamental en la lucha por la igualdad de oportunidades en el lugar de trabajo.