- Sé lo que se espera de mí en el trabajo
- Tengo el equipo y los materiales que necesito para hacer mi trabajo correctamente
- En mi trabajo, tengo cada día la oportunidad de hacer lo que mejor sé hacer
- En la última semana, he recibido reconocimiento o elogios por un trabajo bien hecho
- Mi jefe/supervisor, o alguna otra persona en el trabajo, demuestra tener un genuino interés en mí como persona
- Hay alguien en mi trabajo que estimula mi desarrollo personal y profesional
- En el trabajo mis opiniones parecen contar
- La misión o el propósito de la empresa hace que sienta que mi trabajo es importante
- Mis compañeros de trabajo están dedicados y comprometidos a hacer un trabajo de calidad
- Tengo un(a) mejor amigo(a) en el trabajo
- Durante los últimos seis meses, alguien en el trabajo me ha hablado sobre mi progreso
- Este último año, he tenido oportunidades de aprender y crecer personal y profesionalmente en el trabajo
A una conclusión similar llegó la consultora Dale Carnegie en su reporte What drives Employee Engagement and why it matters concluye, sobre la base de una muestra de 1500 empleados, que sólo el 29% de los empleados estadounidenses están completamente comprometidos, un 45% está parcialmente comprometido, y 26% es calificado como descomprometido.
Esto tiene repercusiones porque tanto Gallup como Dale Carnegie afirman que las unidades
de negocio que aparecen con mejores resultados en el Q12 tienen
significativamente más productividad, rentabilidad, mejores calificaciones de
cliente y mejor rotación y ausentismo. De los dos, sólo los estudios de Gallup están disponibles en un meta análisis disponible públicamente.
Si se observa con detención los 12 años de cifras sobre compromiso organizacional en Estados Unidos se ve que no un estancamiento, sino más bien una estabilidad; las personas activamente descomprometidas se sitúan cerca del 20% en todo el período, las no comprometidas son aproximadamente la mitad y las involucradas son entre una cuarta parte y el 30%. Pero permite una duda inquietante. Cuesta trabajo creer que un país pueda sobrevivir una década si un factor vital está fallando de manera grave. Eso nos lleva a pensar que, quizás, el compromiso no sea tan crítico como nos gustaría a quienes nos dedicamos a la gestión de personas.
Si se observa con detención los 12 años de cifras sobre compromiso organizacional en Estados Unidos se ve que no un estancamiento, sino más bien una estabilidad; las personas activamente descomprometidas se sitúan cerca del 20% en todo el período, las no comprometidas son aproximadamente la mitad y las involucradas son entre una cuarta parte y el 30%. Pero permite una duda inquietante. Cuesta trabajo creer que un país pueda sobrevivir una década si un factor vital está fallando de manera grave. Eso nos lleva a pensar que, quizás, el compromiso no sea tan crítico como nos gustaría a quienes nos dedicamos a la gestión de personas.
Dale Carnegie (2012) What drives Employee Engagement and why it matters. Descargado el 24 de Septiembre de 2013 desde http://www.dalecarnegie.com/assets/1/7/driveengagement_101612_wp.pdf
Gallup Inc. (2013) State of the American Workplace: Employee
Engagement Insights for U.S. Business Leaders. Descargada el 14 de Septiembre
de 2013 desde http://www.gallup.com/strategicconsulting/163007/state-american-workplace.aspx
Preguntas del Q12 y Q25 en español obtenidas desde http://hrnt.jhu.edu/documents/EES/helpsheetspan.pdf