Uno de los temores de quienes están cerca de la jubilación es imaginarse que, después de años de vida productiva, tengan que pasar el tiempo “haciendo nada”. Por mucho que sea cada vez menos frecuente la imagen del jubilado alimentando palomas en la plaza, al parecer todavía suponemos que el retiro es un evento irreversible y que se asocia con inactividad permanente. Es probable que estemos equivocados y esa sea una visión demasiado conservadora.
De hecho puede que sea el último gran cambio social que impongan los baby boomers. La profesora de Wharton Olivia S. Mitchell cree que dentro de los próximos años el significado de la jubilación cambiará por completo. En el boletín Knowledge @ Wharton se cita su libro Redefining Retirement: How will Boomers Fare?, señalando que “la gente no va a seguir el viejo patrón de trabajar, trabajar, trabajar y luego jubilarse. Más bien van a aceptar lo que denominamos trabajos puente, esto es, van a abandonar la empresa para la que han trabajado prácticamente toda su vida y aceptar empleos de transición a tiempo parcial”. Otras opciones serán la creación de empresas y el voluntariado.
Esta tendencia probablemente sea explotada por empresas que, en tiempos de crisis, preferirán reducir la jornada de trabajadores cercanos en edad de jubilar. Esto, considerando que la alternativa de despedirlos supone altos costos económicos e implica la pérdida de trabajadores que aún pueden aportar. De ser así, el simple hecho de cumplir 65 años dejará de ser una razón suficiente para despedirse de la vida productiva, y el retiro podrá ser un camino gradual o de ida y vuelta.
La redefinición de la edad de jubilación. Publicado el 31 de Octubre de 200 en http://wharton.universia.net/index.cfm?fa=viewArticle&ID=1425. Recuperado el 14 de Diciembre de 2008.