domingo, 7 de junio de 2009

El año 2010 comenzarían los primeros juicios por igualdad de sueldos entre géneros

[Foto: Bauchas - Flickr]
Según la OIT las chilenas tienen sueldos, en promedio, un 28,4% menores a los de los hombres. La diferencia llega a un 47,3% para los cargos ejecutivos lo que para la presidenta Bachelet representa “machismo puro y duro”. Para enfrentar esta disparidad, fue promulgada la ley N° 20.348, que establece el principio de igualdad de salarios entre ambos sexos cuando cumplan la misma función en una empresa.
Para ello, determina un mecanismo de reclamo para las mujeres que se sientan discriminadas en su remuneración, el que da un plazo de seis meses a las empresas de más de 200 trabajadores para elaborar un registro de los cargos y funciones, junto a sus características técnicas esenciales. Sobre la base de ese registro, se podrán interponer las denuncias sobre discriminación salarial, en primera instancia ante el empleador y luego ante la justicia laboral.
La normativa reconoce el derecho de los empleadores a administrar sus empresas y a poder realizar diferencias en los salarios, siempre y cuando se funden en aspectos como la capacidad, calificación, idoneidad, responsabilidad o productividad (indicación planteada por la CPC en el proceso de confección de la ley).
Durante la ceremonia de firma, Bachelet hizo un impreciso paralelo con la Lilly Ledbetter Pay Equity Bill, firmada por Barack Obama el 29 de Enero, señalando "la primera ley que promulgó el Presidente Obama, en Estados Unidos, es precisamente la que resguarda la igualdad de remuneraciones entre hombres y mujeres y Chile lo hace muy poquito después". La confusión radica en que la ley estadounidense no establecía la necesidad de que los sueldos fueran equitativos, sino que profundizaba una legislación existente facilitando el proceso para reconocer y denunciar actos de discriminación salarial.
Más allá de lo inexacto de la mención a la primera ley de Obama, la promulgación chilena representa un nuevo paso en las modificaciones laborales que, con mayor o menor éxito, ha impulsado en los últimos meses el gobierno chileno. Si las diferencias de sueldos entre hombres y mujeres son tan grandes como tradicionalmente se ha establecido en Chile (desde el año 2001 se estima que son cercanas al 30%), durante los próximos meses debiera realizarse un ajuste gradual tendiente a reducir esa brecha y, durante el 2010, debieran ya comenzar a ventilarse públicamente los primeros casos.


El Mercurio (Martes 26 de Agosto de 2008) Mujeres deberían formar parte de las negociaciones colectivas. Recuperado el 2 de Junio de 2009 desde http://diario.elmercurio.cl/detalle/index.asp?id=%7b22a3edf7-c47b-4e7f-aeee-b6f09dd63299%7d