La Great Resignation surgió como la última palabra de moda en gestión de personas en plena pandemia. A estas alturas, ya ha sido reemplazada por otras, sin embargo, antes de dar vuelta la página es importante revisar si ese fenómeno realmente se dio o sólo fue uno de esos conceptos de validez aparente pero que no pasan la prueba de la evidencia.
En junio de 2021, el profesor Anthony Klotz de la Texas
A&M University predijo un aumento en las renuncias en Estados Unidos a
consecuencia de la vuelta al trabajo presencial luego de la pandemia. Con los
datos de la Dirección del Trabajo podemos hoy ensayar una respuesta a la
pregunta ¿se dio un fenómeno de gran renuncia en Chile?.
Hoy, las renuncias voluntarias representan el 7% de las salidas de personas de las organizaciones, mientras que en 2020 representaban apenas el 3,9%. En términos prácticos, esto significa que los últimos años las personas han estado más dispuestas a renunciar que antes, lo que se refleja en la dificultad para atraer y retener que muchos profesionales de RH han reportado en los últimos meses.
Es muy posible que parte del fenómeno sea atribuible a cambios en las expectativas de los trabajadores; las series futuras de datos nos dirán si esta tendencia se consolida como un cambio permanente.