En el proceso, ha desarrollado un proceso manufacturero extraordinariamente amistoso con el medio ambiente, una inflexible devoción por el cliente y un premiado modelo de negocios que, según su sitio web, lo convierte en nombre más confiado para la contratación de servicios de manufactura en el mundo. También es un líder en innovación, siendo propietario de más de 25 mil patentes en nanotecnología, transferencia de calor, conectividad inalámbrica y procesos amigables con el medio ambiente. Contrata cerca de 500.000 personas y ha sido reconocida por la revista Fortune como una de las 500 empresas globales más grandes del mundo. Es responsable del 4% de las exportaciones de ese país.
En los primeros meses del 2010, doce empleados de la empresa han intentado suicidarse, con un resultado final de diez muertos. Como resultado, se han cuestionado fuertemente las prácticas laborales de la compañía. Indirectamente, también ha impactado a las empresas que utilizan componentes de Foxconn como Apple, HP, Sony, Nokia y Microsoft. Algunas de ellas han expresado su preocupación o han anunciado investigaciones.
Se ha mencionado como una de las causas probables la gran presión de trabajo que enfrentan quienes trabajan en la compañía. Ha llamado la atención que varios de los suicidios hayan ocurrido en instalaciones de la empresa, incluyendo dormitorios de los trabajadores. En un caso en particular, los compañeros de habitación de uno de los fallecidos no conocían su nombre, aun cuando llevaban viviendo juntos por varios meses. También se han mencionado la disciplina militar, el maltrato llevado a cabo por algunos supervisores, los bajos sueldos y las largas jornadas. Ante la presión, Foxconn ha anunciado que contratará a cerca de 2000 psiquiatras para instalar centros dedicados a mejorar la salud mental en las plantas. También se ha señalado que aumentarán el sueldo de las personas que trabajan en las fábricas.
Si nos encontráramos frente a un problema mayor, estas acciones aisladas son claramente insuficientes y que apenas afectan la superficie de un problema que probablemente implica a un sistema completo. Sin embargo, el número de suicidios no es estadísticamente mayor comparado con el resto de las empresas chinas.
Por cierto, las condiciones en que se han dado varias de las muertes son dramáticas y eso explica el impacto que han tenido estas noticias. Sin embargo, no debemos ir a China para darnos cuenta de los efectos que el crecimiento económico tiene costos invisibles. En nuestro país, Moyano y Barría (2006) encontraron una relación positiva entre el crecimiento económico y la tasa de suicidios entre 1981 y 2003. Es decir en el período que todavía se recuerda como la “década dorada” de la economía chilena.