KAL, el dibujante de The Economist, eligió como imagen de la semana una irónica caricatura sobre las promesas de cambio en la política estadounidense. En ella, un personaje decía que lo único que no cambiaba en Washington era el mandato de cambio.
La idea de adueñarse del cambio seduce a políticos y ejecutivos tanto como a los que tratan de teorizar sobre él. Ayudar a las organizaciones a enfrentar el cambio a través de un enfoque planificado y a largo plazo fue, desde inicios de los años 50, la promesa de la disciplina denominada Desarrollo Organizacional. Con el correr de los años y luego de un auge a principios de los 80, su vigor e importancia comenzó a disminuir paulatinamente. Como indica la herramienta Ngram Viewer, de Google, a partir de mediados de esa década otros enfoques de transformación organizacional han ganado más y más presencia e impacto en la sociedad, como la reingeniería y la calidad total.
Paradójico que una disciplina que tiene como centro la facilitación del cambio no haya podido reconocer que las organizaciones estaban cambiando y que preferían otros caminos para lograr adaptarse a contextos más y más dinámicos.