La crisis económica que ha afectado el último año y medio a parte importante del planeta ha afectado la gestión de personas en varias formas; primero, con el aumento del desempleo en Norteamérica y Europa. El segundo ha sido la crítica y, en ocasiones, la
indignación hacia los sistemas de compensación ejecutiva que, hasta entonces, eran utilizados profusamente por empresas que luego fueron cuestionadas por su rol en la crisis financiera. La opinión general sobre las remuneraciones ejecutivas ha cambiado;
el grado de conocimiento público que debe haber sobre ellas, el
control que debe ejercer la autoridad y cómo debieran ser definidas. Según un avance enviado esta semana por
Economist Intelligence Unit, el 55% del panel de Líderes de Opinión cree que los salarios más altos de una organización debieran ser determinados utilizando un porcentaje sobre el promedio de sueldos de esa organización. El panel está formado por más de 120.000 ejecutivos provenientes de casi 200 países y de todos los sectores económicos, por lo que difícilmente podría ser catalogado de parcialidad o de ignorancia. ¿Un cambio de tendencia o sólo una reacción pasajera a la crisis?.
