Según la OIT, cerca de 1500 millones de empleos son vulnerables. Es decir, cerca de la mitad de los puestos de trabajo disponibles en el mundo. Chile no escapa a esta realidad mundial; de acuerdo a la OECD, uno
de los problemas principales que tiene el mercado laboral chileno es la gran cantidad de trabajadores informales.
Contrario a lo que podría pensarse, la informalidad incluye no
sólo empleos de baja calificación o de sobrevivencia, bajo precarias condiciones laborales y con
escasa protección previsional o de salud. No son
pocos los trabajos que tienen un alto reconocimiento y valoración social, están
asociados a niveles de remuneraciones atractivos y que podrían ser catalogados
como informales o vulnerables, según el criterio de la OIT.
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Uno de ellos son
los actores y otros profesionales que laboran en el mundo artístico.
Recientemente,
José
Soza, reconocido actor de teleseries, ganó un juicio laboral a Televisión
Nacional de Chile en el que se acreditó que por casi 20 años se mantuvo una
relación laboral encubierta. En consecuencia, el canal fue condenado a pagar cerca
de $200 millones por concepto de vacaciones y cotizaciones pendientes.
Es de esperar que con esto se evite que un actor termine sus
días en la pobreza; para que terminen los empleos informales en Chile habrá que
esperar un poco más.
Foto: El Mercurio